lunes, 16 de agosto de 2010

La Depresion y El Suicidio

Depresion
La mayoría de las personas sufren de depresión en algún momento en su vida.Hay muchas cosas que pueden provocar dicho
desequilibrio.
* Perdida de un ser querido o de algo que se estime mucho.
* Tensión crónica o un evento que cause mucha tensión
* Enfermedad grave
* Reacciones a medicinas
* Alcoholismo, abuso de drogas, demencia (locura) y otros problemas de salud mental.
* La falta de luz ida durante el invierno puede causarles a algunas personas un tipo de depresión llamada "depresión de invierno".
Algunas personas, por herencia, corren un mayor riesgo de padecer de desequilibrios químicos en el cerebro, Por

fortuna, hay tratamientos efectivos para estas y otras personas que pueden sufrir depresión. Todo el
mundo se puede sentir triste de vez en cuando. Para decidir que hacer, quizás le ayude a entender que tan profunda esta su tristeza
El estar triste no siempre quiere decir que usted vaya a tener depresión muy fuerte. Las malas noticias y las decepciones pueden hacer que usted se ponga triste, quizás por varios días. Esto es normal, siempre y cuando la tristeza no se vuelva permanente. El pesar y la pena también puede causar tristeza normal.



Suicidio
La mayor parte de los que tienen ideas suicidas están, además, deprimidos. Los dos principales motivos por los que una persona se deprime son, en primer lugar, la pérdida del control sobre su situación vital y sus emociones y, en segundo lugar, la pérdida de toda visión positiva del futuro (desesperación). Ante la depresión y las ideas suicidas que de ella derivan sólo puede resultar eficaz una terapia que ayude a recuperar el control y la esperanza. El suicidio no soluciona nada, lo único que hace es adelantar el
final sin haber encontrado la solución. No se puede decir que el suicidio sea una opción, ya que "opción" quiere decir "posibilidad de optar o elegir", y el suicido nos arrebata para siempre lo uno y lo otro. La muerte es un acontecimiento irreversible que, no sólo no elimina el dolor, sino que lo transmite a quienes nos rodean. También transmiten su dolor las personas que viven en la más absoluta soledad y se quitan la vida. Se lo transmiten a aquellos miembros de la sociedad a quienes les importa y les preocupa. Algunas personas pueden ser genéticamente propensas a la depresión, padecer un desequilibrio químico, o haber pasado muchas desgracias a lo largo de su vida: algo que, en suma, les conduce a la depresión. Hay personas que "llaman a la depresión a gritos": son las que cultivan procesos de pensamiento cognitivo irreales y aspiran en la vida a objetivos inalcanzables. Sea cual sea la causa de la depresión, cualquier persona puede verse asaltada por intensas ideas de suicidio cuando el futuro se muestra desesperanzador.
No hay ninguna clase o tipo específico de persona que pueda tener la seguridad de no albergar jamás pensamientos suicidas. Los médicos, los terapeutas y los adolescentes ocupan los primeros puestos en las estadísticas de suicidios consumados; si bien parece que en personas con firmes convicciones religiosas es más infrecuente el intento de suicidio.
La enfermedad psiquiátrica con más riesgo de suicidio es la depresión . Los momentos de la enfermedad con más riesgo son cuando disminuye la inhibición y la melancolía (empiezan a mejorar) o cuando se inicia la depresión. Los tres síntomas de la depresión relacionados con el suicidio son:
  • Aumento del insomnio
  • Aumento del abandono del cuidado personal
  • Aumento del deterioro cognitivo

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